Fruto emblemático de los Andes, el tomate de árbol seduce con su brillante vestido rojo-anaranjado y su exquisito balance de acidez y dulzor. Su pulpa aterciopelada y aromática es el secreto mejor guardado de la gastronomía andina, capaz de transformar desde jugos matutinos hasta sofisticadas salsas gourmet.

• Poder antioxidante: Concentra más vitamina C que muchos cítricos
• Dulzor inteligente: Azúcares naturales con bajo índice glucémico
• Textura versátil: Sin fibras molestas, ideal para coulis y mousses
• Origen privilegiado: Cultivado en tierras altas de los Andes